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Jun 21
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Guía completa para elegir la mejor camilla de estética según tus servicios

Guía completa para elegir la mejor camilla de estética según tus servicios

Montar o renovar un centro de estética implica tomar miles y miles de decisiones, y una de las más importantes es la elección de la camilla. A simple vista parece fácil, pero basta con echar un vistazo al mercado para darse cuenta de que hay infinidad de modelos, estilos y funciones.

Por ello, en esta guía te damos las claves para que puedas elegir la camilla para estética profesional que mejor encaje con los servicios que ofreces, sin complicarte de más.

¿Por qué es tan importante elegir bien tu camilla de estética? 

La camilla para estética juega un papel fundamental en varios aspectos. De ella depende que el cliente esté cómodo y que el profesional pueda trabajar a gusto sin dejarse la espalda en el intento. Del mismo modo, una camilla de alta calidad transmite profesionalismo desde el primer momento y ayuda a generar confianza, algo importantísimo si de verdad se quiere destacar en este sector.

Factores clave a tener en cuenta antes de comprar

Tipo de servicios ofrecidos (masajes, faciales, depilación…)

No todas las camillas para estética sirven para lo mismo. Si haces masajes corporales, necesitarás una camilla plana, un poco acolchada y resistente para soportar las presiones y movimientos que requiere este tipo de terapia. 

En cambio, si te enfocas en faciales, lo suyo es que sea reclinable y permita un buen acceso al rostro del cliente. Y si en tu centro ofreces servicios mixtos, entonces deberás buscar camillas versátiles que puedan adaptarse a diferentes necesidades.

Espacio disponible en el centro

Una vez que sabes qué servicios vas a ofrecer, llega el momento de medir el espacio que tienes disponible. Asimismo, debes comparar las dimensiones de la cabina de belleza con las de la camilla, recordando que tanto el cliente como el terapeuta deben poder moverse libremente dentro del mismo lugar, sin dificultades ni obstáculos. 

Y ojo, al elegir no te centres demasiado en el largo, también piensa en el ancho. La camilla no debe ser ni demasiado ancha que ocupe todo el espacio en la habitación, ni demasiado estrecha que obligue al cliente a colgar los brazos. 

Comodidad y ergonomía para el cliente y el profesional

La comodidad debe ser una prioridad tanto para tus clientes como para ti como profesional. Por esta razón, lo más conveniente es invertir en una camilla de estética con regulación de altura, ya que son versátiles y adaptables, y como plus suprimen las escaleras para subir. Esta capacidad de ajuste te permitirá trabajar cómodamente sin forzar tu postura y evitar dolores de espalda y posibles lesiones.

Facilidad de limpieza y mantenimiento

Los tratamientos estéticos suelen implicar productos líquidos, aceites, cremas… así que necesitas una camilla que se limpie rápido y aguante el trote del día a día. Debido a esto, la opción más común y recomendada para el tapizado es el PVC, ya que es relativamente duradero, soporta bien los cambios de temperatura, es fácil de limpiar y facilita la eliminación de manchas de cosméticos. En otras palabras, te hará la vida mucho más fácil.

Presupuesto disponible

Este es, sin duda, uno de los factores más determinantes. Sin embargo, no debe ser el único criterio de decisión, ya que muchas veces lo barato sale caro, y por ahorrar unos euros, podemos acabar con una camilla de baja calidad y poco duradera. Así que, deberás encontrar el equilibrio entre la calidad y el precio, buscando opciones que se ajusten a tu presupuesto, pero siempre manteniendo excelentes estándares de calidad.

Tipos de camillas de estética y sus usos recomendados

Camillas fijas 

Las camillas fijas suelen ser las más comunes y se caracterizan por ser sólidas, resistentes y cómodas. Son ideales para tratamientos que requieren precisión como los faciales, y para aquellos centros con poco espacio que necesitan maximizar la estabilidad sin comprometer la comodidad.

Camillas plegables 

Por otro lado, están las camillas plegables. Estas son la mejor solución para los profesionales que realizan tratamientos de estética en diferentes centros o a domicilio. Lo único aquí es que hay que fijarse bien en el peso, dado que hay que transportarla y en ese sentido, cuanta menos pese mejor.

Camillas eléctricas o hidráulicas 

Por último, cuando los tratamientos son muy largos o implican cambios de posición frecuentes, esta es la alternativa más cómoda. Las camillas eléctricas cuentan con uno o varios pistones hidráulicos que permiten ajustar la altura e inclinación con facilidad, solo presionando un botón.

¿Qué camilla elegir según tus servicios?

Masajes corporales: camilla acolchada, estable, ajustable en altura

Para este tipo de servicios, necesitas una camilla de estética firme, pero cómoda, con buen acolchado y estructura resistente y estable. También debe permitir ajustar la altura para cuidar la espalda del profesional y pueda trabajar con soltura, sobre todo si el masaje es de larga duración.

Tratamientos faciales: camilla reclinable, con cabezal adaptable

En este tipo de servicio, es imprescindible que el cliente esté bien posicionado y el profesional tenga fácil acceso al rostro. Por tanto, una camilla que se recline con suavidad y tenga un cabezal ajustable marca la diferencia en la precisión del trabajo y en la comodidad del cliente.

Depilación y tratamientos cortos: camilla básica y práctica

Para servicios más rápidos, lo apropiado es una camilla sencilla y cómoda. No es necesario grandes ajustes ni sistemas complejos: lo fundamental es que sea funcional, estable y de limpieza rápida entre cliente y cliente.

Errores comunes al elegir una camilla de estética 

A la hora de elegir una camilla de estética, hay algunos fallos que se repiten más de lo que parece. Uno muy típico es no fijarse en la capacidad de carga. Si atiendes a todo tipo de clientes, esto es clave para evitar sustos y asegurar durabilidad. 

Otro error común es dejarse llevar solo por el precio sin pensar en la calidad: una camilla barata puede salir cara si se estropea a los pocos meses. También es fácil olvidarse de medir bien el espacio antes de comprar, y luego te das cuenta de que la camilla no cabe o te deja sin margen para moverte. 

El tipo de acolchado es otro detalle al que hay que prestarle atención. Si es demasiado blando o demasiado duro según el tipo de tratamiento, puede arruinar la experiencia del cliente. Y ojo con los modelos eléctricos o hidráulicos, porque si no tienes en cuenta el mantenimiento y los repuestos, puedes llevarte una sorpresa más adelante.

Recomendaciones de camillas profesionales 

La elección de la camilla idónea es una decisión que impactará en tu centro de estética durante años. Por eso, recuerda que no se trata solo de encontrar la opción más económica, sino de invertir en una herramienta que mejore la experiencia de tus clientes, cuide tu salud como profesional y proyecte la imagen de calidad que deseas para tu negocio.

Piensa detenidamente en todo lo que hemos comentado: qué servicios ofreces, cuánto espacio tienes, qué nivel de comodidad buscas, si es fácil de limpiar y si encaja en tu presupuesto. Al final, una buena camilla es una inversión que se amortiza con clientes satisfechos que vuelven una y otra vez.

Así que, si ya estás listo para dar ese salto de calidad, te animamos a echarle un vistazo a nuestra amplia variedad de camillas de estética profesionales. En Grupo Belleza, seguro encuentras la que encaje contigo y con tu centro. ¡Visítanos hoy mismo!

 

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